Creado en los 1990s por el fallecido barman Dick Bradsell, el Espresso Martini es una de las figuras determinantes de los bares de su época.
Bueno, el Espresso Martini queda bien por sí solo para todas estas ocasiones, ya que reúne la versatilidad del café y la emoción de los licores y el vodka. Rico y cremoso, el licor es dulce mientras que el café le da a esta receta una deliciosa intensidad, y el vodka aporta el toque de alcohol necesario para las fiestas.
El tipo ideal de café para esta receta es una mezcla intensa y con cuerpo, como el La Reserva de Tierra Brasile Espresso or La Reserva de Tierra Selection proveniente de América Central y del Sur, cuyo tueste oscuro deja un regusto achocolatado suave y agradable.